Este artículo fue publicado originalmente por Prison Policy Initiative como “Pidiendo a la FCC que aproveche al máximo su próxima reglamentación sobre las tarifas de telecomunicaciones en prisiones y cárceles”, escrito por Wanda Bertram
La histórica Ley Martha Wright-Reed de Comunicaciones Justas y Justas de 2023 puso en marcha una nueva ronda de reglamentación en la Comisión Federal de Comunicaciones para garantizar que las personas encarceladas y sus familias paguen tarifas justas por llamadas telefónicas y videollamadas. Mientras la FCC se prepara para votar sobre nuevas regulaciones, nos unimos a The Leadership Conference (una coalición de más de 200 organizaciones de derechos civiles) en una carta enviada a la agencia esta semana con recomendaciones sobre cómo aprovechar al máximo esta oportunidad.
En primer lugar, instamos a la FCC a establecer límites de tarifas lo más bajos posible para las llamadas de voz y video. Los límites de tarifas actuales, dictados en 2021, permiten a las cárceles locales cobrar un máximo de 21 centavos por minuto, una tarifa que, según los familiares, aún puede sumar hasta varios cientos de dólares al mes. La carta señala que los costos podrían reducirse “hasta centavos por minuto”, como lo demuestran las tarifas que las empresas ya están cobrando en condados como San Mateo, Cali. y Dallas, Texas, así como muchas prisiones estatales.
Más allá de establecer límites de tarifas, la carta de la Conferencia de Liderazgo también pide a la FCC que:
- Adoptar etiquetas de información al consumidor para productos de telecomunicaciones de prisiones y cárceles, para ayudar a los clientes a comprender si se les están cobrando ilegalmente (particularmente después de que los nuevos límites de tarifas entren en vigencia).
- Tenga mucho cuidado al considerar las nuevas estructuras de precios propuestas por las empresas, en particular los precios basados en suscripción, y apruébelas sólo si se demuestra que ahorran dinero a los consumidores.
- Cerrar las lagunas regulatorias para garantizar que todas las prisiones y cárceles brinden a las personas con discapacidad auditiva los servicios que necesitan para llamar hogar.
Los datos recientes han demostrado cómo las empresas de telecomunicaciones penitenciarias continúan logrando contratos lucrativos con instalaciones correccionales, particularmente cárceles, acuerdos que imponen altos costos a los consumidores y tensan sus vínculos con sus seres queridos. Una regulación federal diligente puede detener los peores de estos abusos. Hacemos un llamado a la FCC para que utilice su raro mandato del Congreso para garantizar el trato más justo posible para las personas encarceladas y sus familias.
Lea la carta completa de The Leadership Conference aquí: https://www.fcc.gov/ecfs/document/10617989616085/1
Este artículo fue publicado originalmente por Prison Policy Initiative como “Pidiendo a la FCC que aproveche al máximo su próxima reglamentación sobre las tarifas de telecomunicaciones en prisiones y cárceles”, escrito por Wanda Bertram